Basados en el Análisis de Vacíos de Conservación en Nicaragua (GAP-2009), los corredores se ubican en las ecorregiones, donde se han tomado tres corredores longitudinales que son: el Corredor Biológico del Pacífico, el Corredor Biológico del Caribe y el Corredor Biológico de la zona Central. Además, un corredor latitudinal Rivas – Río San Juan, debido a su importancia por conectar varias ecorregiones.

El Corredor de Pacífico está compuesto por varios corredores locales como el Corredor del Golfo de Fonseca, que se destaca por una propuesta trinacional entre Honduras, El Salvador y Nicaragua. Conecta los manglares, playas y lagunas costeras temporales del Golfo de Fonseca. El Corredor de Manglares, que se extiende desde Padre Ramos, hasta los manglares del Río Tamarindo y Puerto Sandino. Este corredor es de vital importancia ya que debido a que los manglares proporcionan hábitat para anidación de especies migratorias y de paso, en estos ecosistemas se desarrolla una gran cantidad de vida silvestre.

El Corredor de la Cordillera de los Maribios, que conecta las áreas protegidas volcánicas desde el Volcán Cosigüina hasta el volcán Momotombo, los ecosistemas presentes son en su mayoría de bosque seco con pequeñas áreas de bosque transicional al bosque húmedo estacional de Costa Rica. El Corredor Chacocente – Tecomapa, se caracteriza por presentar condiciones marino costeras, además tiene una de las áreas de bosque seco más extensas en Nicaragua (8,000 has aproximadamente), lo cual incluye el refugio de vida silvestre Chacocente (4,800 has).

El Corredor Mombacho – Zapatera, en el borde Suroeste del Lago de Nicaragua (Lago Cocibolca), comprende la parte baja del Volcán Mombacho, el sistema lagunar de Mecatepe y la Isla de Zapatera la cual mantiene una integridad en tipo de ecosistema de bosque seco y en características de suelo y topografía similares a las encontradas en Volcán Mombacho.

También están los Corredores de la ecorregión de bosques de Pino – Encino de Centroamérica, estos Bosques se extienden en un área aproximada de 971,315 Ha (9,713 Km2), donde se cuantifica que solo 128,660 Ha (1,286.6 Km2) poseen cobertura boscosa de buena calidad. El Corredor de Tisey-Estanzuela hasta Tepesomoto – La Pataste, representa un corredor natural importante porque conecta con los bosques de pino-encino de Honduras. El Corredor Peñas Blancas – Cerro Saslaya, conecta Peñas Blancas con la Reserva de Bosawás con presencia del ave quetzal y de otras aves en peligro de extinción o amenazadas.

El Cerro Musún- Quirragua- Fila Masigüe, áreas se conectan entre sí por afluentes de Río Grande de Matagalpa y este por un buen trecho los conecta con El Corredor del Atlántico. Kuskawas- Peñas Blancas- Kilambe- Bosawás, con importante conexión existe entre estas áreas protegidas que contienen varios ecosistemas y que conectan naturalmente con la gran Reserva de Biosfera de Bosawás, aquí se destaca el corredor del Queztal, protegiendo esta especie que se desplaza en esta zona.

Corredor Centro Sur comprende Cerro Alegre-Cumaica-Cerro Mombachito y Serranía de Amerrisque en Matagalpa, Boaco y Chontales.

Ecorregión de Bosque Húmedo Ístmico del Atlántico.Corredor latitudinal. Este corredor conecta naturalmente los ecosistemas de bosque seco, transicional al bosque húmedo, los humedales y el Río San Juan con la Reserva Indio Maíz. Aquí se destacan los corredores locales que ha diseñado y promovido el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales: Corredor de humedales (San Miguelito – Solentiname – Los Guatuzos), Corredor El Castillo – Indio Maíz (llamado de la Lapa verde por el énfasis de protección a esta especie).

Corredores de la Ecorregión del Bosque Húmedo del Atlántico de Centroamérica.

Corredor Biológico del Atlántico. Este corredor nace como precedente del llamado paseo pantera, donde el objetivo fundamental era de conservar los ecosistemas a lo largo de Centroamérica para proteger al Jaguar, sin embargo este concepto evolucionó hasta el concepto actual del Corredor Biológico Mesoamericano aprobado en el Programa estratégico de Conexión por la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD) en el año 2007. En este corredor la conexión natural no se ha perdido todavía, y es el corredor más importante en superficie, sin embargo el avance de la frontera agrícola es una grave amenaza al más importante corredor de Nicaragua. El corredor conecta no solamente el bosque húmedo si no también redes de ríos, humedales, lagunas costeras, ecosistemas costeros de mucha importancia para la fauna especialmente las aves.

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